viernes, 7 de marzo de 2014

Primer Viernes de Cuaresma

 
Dios mismo en un tablón crucificado.
¿Es posible explicar mayor misterio
que ver al Ser Supremo sin imperio,
desnudo, malherido y ultrajado?

El Verbo por ser verbo condenado.
¿Cómo entender el capital criterio
que llevó al Ser divino al cautiverio
y a la muerte, por culpa del pecado?

El misterio es que Cristo, con su amor,
padeciendo el escarnio y el dolor
nos conduce a la vida luminosa.

Y por amor del Padre nos libera,
entregando su vida en la madera
de la Cruz redentora y misteriosa.

 

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