miércoles, 26 de febrero de 2014

Fandangos cínicos

 
Mejor ser un sinvergüenza
que hacer el tonto en la vida.
Hay que robar sin medida,
que el dinero es lo que cuenta
y lo demás es mentira.


Tengo claros mis principios,
inmutables y sagrados.
Pero si no los comparte
quizá podamos cambiarlos
por otros que más le agraden.

No me importan los demás,
me da igual lo que me digan.
Esta es la pura verdad:
yo soy un bala perdida
y no tengo más que hablar.



2 comentarios:

  1. Yo diria que te has echado al monte.
    Un abrazo.

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  2. Anónimo23:32

    NOVELA VICIOSA
    CAPÍTULO I
    A Luisja le gusta el ron,
    el güisqui, el vodka, el champán,
    la cerveza (pero con
    alcohol), el pacharán,
    y hasta el vino Don simón.

    Siempre lleva una petaca
    llena de licor de coco
    y, aunque bebe como un loco,
    no tiene jamás resaca
    ni cagalera tampoco.

    CAPÍTULO II
    Trabaja en una bodega
    de maestro catador,
    por lo tanto nunca llega
    tarde a cumplir con su brega
    de perito bebedor.

    Cuando sale del currele
    se va de cabeza al bar
    y no para de privar
    hasta que el dueño le impele
    a abandonar el lugar.

    CAPÍTULO III
    Cierta noche que volvía
    Luis Javier hacia su queli,
    para ver allí una peli
    pimplando Tía María,
    le espetó un camello en cheli:

    “Llevo un jaco to puntero.
    ¿Quieres, tronco?”. “No, no quiero”.
    “La papelina es barata.
    Venga, no me seas rata”.
    “Vale, dame un gramo entero”.

    CAPÍTULO IV
    20 semanas después
    del capitulito 3
    se administra Luisja en vena
    heroína de la buena
    todos los días del mes,

    mas su hermana, por fortuna,
    que responde al sobrenombre
    de Mónica la chotuna,
    le induce a que ya de una
    vez vaya a Proyecto Hombre.

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