lunes, 24 de febrero de 2014

Fandangos celosos


Me está picando una espuela
que me deja en carne viva:
que le estás hablando a otro
y toa la gente te mira,
y eso a mí me vuelve loco.

Los celos por tu persona
me han quitado la razón:
Por ti todo lo perdí;
me robaste el corazón
y ahora te burlas de mí.

Con lo que yo te camelo,
y tú no me quieres ver.
Me estoy muriendo de celos
y se lo pido a Undibé:
que me mande algún consuelo.

Encerrada en un convento
quisiera yo verte un día.
Tú no sabes lo que siento
cuando te veo tan perdía:
los celos son mi tormento.

2 comentarios:

  1. Anónimo12:22

    DEMASIADO AJETREO
    Cuando Sergio termina la jornada
    laboral, sin salir de la oficina,
    practica con su compi Josefina
    sexo duro de forma incontrolada.

    Luego sale pitando a ver a Ada
    -que vive en calle Peso de la Harina-
    y, nada más entrar, en la cocina,
    le atraviesa el ojete con su espada.

    Sobre las 9, en el hotel Don Curro,
    cena con Maribel, la sube a un cuarto
    y le echa un par de polvos a lo burro.

    Llega a su casa al borde del infarto.
    Su esposa duerme (se ha pasado el día
    retozando con Pedro y Luis María).

    NOVELA DE FIN DE SEMANA
    CAPÍTULO I
    “Se te nota en la mirada
    que vas pelín colocada”
    le comenta Luis Javier
    a Belén, de madrugada,
    en una disco en Moguer;

    “pero si tú quieres guasa
    nos piramos a mi casa
    y echamos…”. “¡Un momentito!”
    le dice ella al chavalito.
    “Pensaba que eras sarasa”.

    CAPÍTULO II
    A las 8 justamente
    (son a. m. es evidente),
    llega Luisja, de la mano
    de Belencita Moyano,
    a su casa, de repente;

    y, sin mayor dilación,
    presa de impulso amatorio,
    se la lleva, del tirón,
    a pegarse un revolcón
    derechita al dormitorio.

    CAPÍTULO III
    Después de echar un casquete
    - no para tirar cohete-
    recoge Belén su ropa
    y se marcha, viento en popa
    (son las 8 cero 7).

    Como afuera llueve a saco,
    le manda un mensaje a Paco,
    su esposo y leal amante:
    “Ven por mí a calle Levante
    que me estoy mojando un taco”.

    CAPÍTULO IV
    “¿Qué tal la fiesta, Belén?”
    pregunta Paco a la piva.
    “La verdad, bastante bien,
    pero me pasé de priva
    y quiero acostarme, nen”.

    Entretanto Luisja sueña
    que con su verga pequeña
    satisface a 1.000 mujeres
    desde Moguer hasta Amberes
    en una noche agosteña.

    NOVELA DOMÉSTICA
    CAPÍTULO I: LA DISCUSIÓN COTIDIANA
    “Desde hace ya muchos jueves…”
    le reprocha la mujer
    a su esposo Luis Javier.
    “¡Cómo cambias cuando bebes!
    ¿No te has dado cuenta…?”. “¡Nieves”
    replica a la defensiva
    su marido, “qué agresiva!
    ¿A qué viene otra vez eso?
    Hija, te pones de un sieso
    con el tema de la priva”.

    CAPÍTULO II: AL DÍA SIGUIENTE
    “¡Borracho como los patos
    ahora llegas del bar
    y te fuiste sin fregar
    la cocina ni los platos!
    ¡No me des más malos ratos
    -Luis Javier, no me los des-
    que me vuelves del revés
    y me haces perder los nervios,
    tal cual le pasó a los serbios
    con el pueblo croatés!”

    CAPÍTULO III: AL DÍA DESPUÉS
    “¡Sí es que no tienes remedio!
    Llego cansada del curro,
    tú mamado, como un burro,
    y el piso… ¡Todo por medio!
    Te da igual si yo te asedio
    con exigencias certeras.
    ¡Qué ni manzanas ni peras!
    Vamos, Luisja, que a tu rollo.
    Me ponen la piel de pollo
    tus cortas entendederas”.


    CAPÍTULO IV: Y AL OTRO DÍA
    “Marinieves, ¿qué te pasa?
    Andas torpe y con enredo.
    ¡Uf! Vienes bastante pedo
    de la fiesta de la Blasa.
    Venga, vamos, entra en casa
    y te acuestas, mi amorcito.
    ¿Quieres tomar..? ¡Dios bendito!
    ¡Jo, me vomitaste encima!
    No importa, no me da grima
    nada de tu cuerpecito”.

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  2. ¡Guauuu! ¡Vaya desenfreno se gasta por las tierras huelvanas!
    John.

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