miércoles, 17 de julio de 2013

Resurrección de Quevedo (V)


Tenga vuestra merced también presente
que, al igual que el Buscón de sus renglones,
mantenemos en nómina buscones
que torcidos los trazan comúnmente.
 
Pues que no guardan otra cosa en mente
que apilar cientos, miles y millones
nacidos de amañadas subvenciones
que nunca les parecen suficiente.
 
Y no olvide su forma femenil,
la que troca el vocablo en la buscona,
clásico alivio del ardor viril.
 
Hoy las vemos, postrados en tumbona,
en horario de adulto o de infantil,
en la tele mugrienta y retozona.
 
 

1 comentario:

  1. Buscones y busconas, en este pais siempre hemos estado bien surtidos y parece que con los años van perfeccionando sus artes y adaptandose a los nuevos tiempos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar