lunes, 6 de mayo de 2013

Resacas (I)


 Me emborraché de culpas y plegarias
con un licor de acongojante yerba,
provocador de la papila acerba
y de inmensas heridas arbitrarias.
 
Aprendí las secuencias funerarias,
aborrecí la cualidad proterva
y me asusté, como la leve cierva,
con las nuevas más vanas y primarias.
 
Y penetré en un túnel de angostura
que estremece, cohibe y desalienta,
y no deja atisbar su embocadura.
 
Y de este cuento comenzó la cuenta,
la que no cesa de pasar factura,
en el oscuro duelo del sesenta.
 

2 comentarios:

  1. HOLA
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  2. Muchas gracias. Bienvenida. Voy a tu blog.

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