jueves, 5 de julio de 2012

Males y males



Con un viejo colega de la infancia
me encontré, ya pasado el mediodía.
"¿Cómo estás?", preguntó con temperancia.
"Pues muy bien", respondí con alegría.

Le maticé que tengo mis goteras,
a lo que contestó que también él;
resultando las suyas más severas,
pues un cáncer mostró su cara cruel.

Volví por la noticia conmovido,
reflexionando, como tantas veces,
que siempre habrá un mortal más dolorido
que nos supere en el dolor con creces.

Así pues, la sabida moraleja:
Vive la vida y huye de la queja.


1 comentario:

  1. Buena la moraleja, acertada que es, hagamosle caso y disfrutemos que son dos días.
    Un abrazo.

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