viernes, 20 de abril de 2012

La chica que leía el Tenorio


Vengo en el tren de Sevilla,
y en el asiento de enfrente
una muchacha silente
al pronto me maravilla.
Resulta que la chiquilla
no es amiga del jolgorio,
y aunque parezca ilusorio
no se entretiene con nada, 
sino que va ensimismada
leyendo el Don Juan Tenorio.


jueves, 19 de abril de 2012

La disculpa del Rey


Al salir del hospital,
encajado y recosido,
el monarca, compugido,
proclama que obró fatal;
y como un mal colegial
que teme la reprimenda,
propósito de la enmienda
muestra con mucha aflicción,
y así queda la opinión
feliz con la componenda.




martes, 17 de abril de 2012

Otra espinela sobre lo mismo



Don Froilán, el tierno infante,
hijo de Marichalar,
se equivocó al disparar
y puso el pie por delante,
mientras su abuelo reinante
también erró en el disparo,
pues con tanta gente en paro
pegó un traspiés en Botswana
- quizás con su barragana -,
en el colmo del descaro.



lunes, 16 de abril de 2012

Espinela por soneto


Con dos muletas por banda,
y un tornillo en la cadera,
convalece un calavera
que últimamente mal anda.
Su mujer cuida del panda
mientras él baja a Boswana.
Y porque tanto se afana
en cazar al elefante
estando el plan tan menguante,
le han zurrado la badana.




domingo, 15 de abril de 2012

El Rey, de cacería (Soneto 726)


La tierra sin regar por la sequía,
el bracero sin pan que dar al hijo,
el ganado más corto y más canijo,
el miedo y la aprensión en la alquería...

¿Y quién se proporciona la alegría?
El señorito, dueño del cortijo,
flemático, zopenco y algo pijo,
que al África se va de cacería.

Encima se fractura la cadera,
con lo cual le da pábulo al currito,
que tamaño dispendio considera,

y se pone a pedir a voz en grito
que, puesto que sus gastos no atempera,
se cambie de una vez al señorito.