lunes, 22 de agosto de 2011

Strauss-Kahn, no culpable (Soneto 489)



En una democracia ponderable
se debe defender con uña y diente
que todo ciudadano es inocente
mientras no se demuestre que es culpable.

Eso es un aforismo incuestionable,
pero hasta el individuo más prudente
se deja sorprender por la corriente
y acusa sin soporte razonable.

Así fue mi conducta con quien fuera,
de forma, al parecer, poco fundada,
denunciado por una camarera.

Strauss-Kahn, poderoso camarada:
le pido mil disculpas por mi entera
metedura de pata consumada.

(Ver soneto 395)





2 comentarios:

  1. ¿De verdad crees que metiste la pata? Para mí no hay nada claro en este embrollo.
    Porque aparte de que en este caso no se haya podido dejar claro nada, lo que sí se ha puesto sobre la mesa son las aficiones de este señor.
    Y como personaje público que es, debería cuidar las formas, o más que cuidarlas, cumplirlas.
    No me gusta, no me cae bien, y nunca sabremos qué pasó de verdad.

    Abrazos

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  2. Ciertamente hay que defender la presunción de inocencia, pero hay que tener en cuenta los antecedentes.
    Y muy poderoso es Don Dinero. Como dicen en USA, en este país hay toda la libertad que quiera, dígame cuanta puede comprar.
    Quizás con el tiempo podamos saber la verdad.

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