miércoles, 15 de junio de 2011

Pequeños fastidios (Soneto 421)


Una cosa que a veces me exaspera,
cuando quiero estrenar disco compacto,
es que no tengo suficiente tacto
para el plástico abrir a la primera.

Lo mismo me fastidia la tetera,
a la que nunca dan el punto exacto,
de forma que el mantel resulte intacto:
pues siempre se le forma una gotera.

¿Y ese prospecto del medicamento,
que por más que calculo y que lo intento,
se asoma por el lado que aperturo?

La tetera, el compacto y el prospecto
me producen los tres el mismo efecto:
un fugaz, inocente y leve apuro.

(Ver soneto 171)


3 comentarios:

  1. Bueno, no sabes cómo me tranquiliza saber que no soy la única inútil que se pelea con los abrefáciles. No hay manera de abrir un cartón de leche sin que salpique. El paquete de Ducados tiene un plastiquito como el de los cd. Las tapas de los botes de conserva, son imposibles. Y una simple bolsa de patatas se revela hasta llegar casi al pateo.
    Lo de la tetera, cafeteras y otros chismes al uso, lo soluciono colocándolas encima de un plato, porque desde luego todas te dejan el recuerdo.
    Mira que me guardo este soneto y lo tendré presente en cuanto me toque pelearme con otro abrefácil embustero.

    Un saludo

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  2. Todos tenemos nuestras manías y me alegro en coincidir con vosotros en muchas, los abre fáciles, los CD de turno, etc.
    Otra cosa que me molesta son los que aprietan el tubo de pasta dental por el medio dejándolo estrangulado.
    Me ha gustado mucho este soneto.
    Un abrazo

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  3. jesus21:26

    ¡ole soneto de arte, temple y mando!
    Ole con ese verso catorceno,
    pase de pecho que el maestro bueno
    da al final de una serie, toreando!

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