viernes, 20 de mayo de 2011

Strauss-Kahn (Soneto 395)


Al baranda del Fondo Monetario
le gustan las mujeres cantidad,
y no puede observar la castidad
por más que sea un alto mandatario.

Su rijo irrefrenable y cavernario
le ha buscado una gran calamidad,
pues por su irracional fogosidad
ya tuvo que terciar el comisario.

Si le agobiaba tanto su libido,
la pudo desahogar de otra manera,
del modo que es por todos conocido.

Pero no acometer con eso fuera,
a base de embestida y alarido,
a la despavorida camarera.




2 comentarios:

  1. Poderoso y libidinoso caballero. Parece que lo trincado, esperemos y pronto veremos lo que don dinero puede. Si fuere mil eurista nadie le quitaría los años de cárcel, a este Don se los quitaran y quedaran en días. Esto me sigue cabreando, no me acostumbro.
    Un abrazo.

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  2. Esos cargos tan importantes se suben a la cabeza y les hacen creer omnipotentes.
    Ojalá reciba lo que se merece.
    No puedo con la gente así, me parecen repulsivos.

    Tu siempre al día, prefiero leerte a ti, que la prensa de cada día, nos informas, entretienes y nos cuentas verdades.

    Un abrazo

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