miércoles, 23 de febrero de 2011

23 de febrero de 1981 (Soneto 309)

  

Estaba en un bufete, de pasante,
aquel lóbrego día de febrero,
cuando el teniente coronel Tejero
se coló en el Congreso amenazante.

Con tanta incertidumbre por delante
a mi casa volví pronto y ligero,
pensando en mi petate marinero
y en mi corta carrera de votante.

Fueron horas de angustias silenciosas,
hasta ver claudicar las metralletas
y a los guardias civiles retirarse.

Tres décadas pasaron presurosas,
y en las urnas metí mis papeletas
tantas veces que no pueden contarse.



2 comentarios:

  1. Espero que este triste episodio de los tricornios golpista sea el último en nuestra historia, un mal sueño que no se repita.
    Un abrazo.

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  2. Menuda nochecita pasé.
    El miedo por lo que podía pasar. El miedo al tío del tricornio. Y la mala leche que se me puso porque se me iban los planes al garete. Faltaba un mes para casarme...

    En fin, que se quede en los libros de historia, pero cerquita, que no se nos olvide.

    Un saludo

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