domingo, 23 de enero de 2011

La fiesta de San Antón (Soneto 277)



Pues no se ha festejado San Antón
por culpa de la lluvia persistente,
que ha dejado en su casa a mucha gente,
y al dogo y al mastín sin bendición.

Se aplaza para próxima ocasión,
cuando el tiempo acompañe refulgente.
Y aunque no quiero ser impertinente,
yo hubiera realizado otra gestión:

si las nubes se hubieran bendecido,
el agua por llover sería bendita,
así que el animal que se mojara

ipso facto estaría también ungido,
con lo cual, ¿para qué se necesita
augurar con el mapa y la isobara?

(Ver soneto 144)


3 comentarios:

  1. Anda que si le digo a mi gata que la van a bendecir, habría que verla.
    Creo que ella no tiene pena ninguna por perderse este día, y yo, lo siento por los que se han quedado con los animalillos compuestos.
    Al año que viene habrá otro San Antón, a ver si en este tiempo convenzo a mi Grapi

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  2. Holaaa
    Pues siento que no se haya celebrado San Antón, pero la verdad es algo que ni me va ni me viene.
    Las nubes bendicidas? Creo que habría que bendecir a mucha gente que anda por ahí suelta, jajaj.
    Venga un abrazo

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  3. magnifica idea el bendecir las nubes, de esta forma de un solo chaparrón todos bendecidos hasta los que no lo quieren o no lo merecen.
    Un abrazo.

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