martes, 2 de noviembre de 2010

Como San Agustín (Soneto 195)


Presto más atención a quien me quiere,
me conoce, valora y me respeta,
que a quien tiene constante la escopeta
preparada por ver si me malhiere.

Abro mi corazón a quien viniere
con carga de bondad en su maleta,
y lo cierro a quien tiene la receta
para esparcir el odio por doquiere.

Sé que tengo defectos a puñados,
algunos manifiestos y acentuados,
que si puedo los siento y los reparo.

Pero si con algunos me comparo,
mejor que muchos de ellos me declaro;
y los dejo de mí bien distanciados.

1 comentario:

  1. Pues si, así es.
    Defectos tenemos todos y no por ello somos menos buenos...
    Te saludo

    Besos

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