domingo, 24 de octubre de 2010

Wikileaks (Soneto 186)



Atacar a los viles se disculpa
porque somos los buenos y ellos malos,
y por eso morder igual que escualos
está exento de crítica y de culpa.

Cuando sale a la luz lo que te inculpa,
por mor de Wikileaks y sus regalos,
se alude a que nos van a dar más palos
y ya la sinrazón sola se exculpa.

Son, pues, informaciones delicadas,
no crímenes de guerra descubiertos.
¿Lo suyo es quedar siempre reservadas?

Lamentará Occidente estos entuertos
que dejan sus vergüenzas declaradas.
¿Qué opinarán los inocentes muertos?





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