lunes, 25 de octubre de 2010

Testigo en un juicio (Soneto 187)


Gastado este domingo tan movido,
el lunes se me anuncia amenazante,
con un montón de asuntos por delante
dignos de ser lanzados al olvido.

El martes, por ingrato sucedido
que tuvo un desenlace bien cargante,
me veo en un juzgado declarante
en juicio por Mariano promovido.

Resulta que un vecino de la urba
- al que el mínimo ruido le perturba -
al presi motejó de gilipolla.

Espero que en la vista haya sosiego,
que no se avive más tan tonto fuego,
y no vuelva a montarse la de Troya.

(Ver soneto 128)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario