viernes, 22 de octubre de 2010

Amagar y no dar (Soneto 184)



Amagar y no dar no se aconseja
en ninguna faceta de la vida,
pues de entrada la guerra está perdida
si el advertir sin completar se deja.

Esto vale lo mismo en la pareja,
que en la escuela, el trabajo, la partida,
el deporte, el gobierno, la corrida,
el litigio, la compra o en la queja.

Si a tus hijos conminas con sanciones,
y pasan de cumplir la regla impuesta,
no te dejes llevar por aprensiones.

Que cumplan la condena presupuesta,
y sepan cuáles son las condiciones,
aunque quede tu entraña descompuesta.





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